La Plaza Mayor de Salamanca es, probablemente, uno de los monumentos favoritos de los visitantes y de los propios salmantinos. Esta majestuosa plaza es el corazón y el centro de la vida social de la ciudad, y su historia y arquitectura la convierten en un lugar único que merece la pena explorar. Fue construida en estilo barroco entre 1729 y 1756, y su diseño lleva la firma de Alberto Churriguera, aunque fue terminada bajo la dirección de Andrés García de Quiñones después del fallecimiento de Churriguera.
Antes de la construcción de la Plaza Mayor, el lugar en el que se encuentra esta icónica plaza solía ser una inmensa campa, casi cuatro veces más grande que la actual, donde se celebraban mercados y festivales. La plaza de San Martín, como se conocía entonces, ostentaba el título de «la plaza más grande de la cristiandad».
Ahora, sumérgete en el fascinante mundo de la Plaza Mayor de Salamanca y descubre algunas de sus curiosidades más interesantes:
Los 88 Arcos de la Plaza
Una de las características más distintivas de la Plaza Mayor de Salamanca es su impresionante colección de 88 arcos que rodean todo el perímetro de la plaza. Estos arcos no solo son un elemento arquitectónico notable, sino que también añaden un encanto único a la plaza, especialmente cuando se iluminan por la noche.
Medallones con Bustos Históricos
Si paseas por la plaza, no podrás dejar de notar los medallones con bustos de personajes importantes de la historia de España que adornan su fachada. Estos medallones, conocidos como «los medallones de la Plaza Mayor», rinden homenaje a figuras destacadas que dejaron una huella imborrable en la historia del país. Cada uno de estos bustos es una ventana al pasado, y su detalle y expresión capturan la esencia de la época en que vivieron.
Los Cuatro Pabellones
La Plaza Mayor de Salamanca se divide en cuatro pabellones distintos, cada uno con su propio nombre y función:
- Pabellón Real: Este pabellón, como su nombre indica, se destinaba a las actividades reales y ceremoniales que tenían lugar en la plaza. Es un lugar lleno de historia y esplendor.
- Pabellón San Martín: El nombre de este pabellón proviene de la antigua denominación de la plaza. Hoy en día, alberga numerosos restaurantes y bares que ofrecen a los visitantes una deliciosa muestra de la gastronomía local.
- Pabellón Petrineros: En este pabellón, se encontraban las cárceles de la ciudad. Su historia es un recordatorio de tiempos más sombríos, pero hoy en día, su arquitectura es un testimonio impresionante de la época en que fue construido.
- Pabellón Consistorial: En este pabellón se ubica el Ayuntamiento de Salamanca. Es el centro de la vida política de la ciudad y un edificio de gran importancia administrativa.
Las Torres No Construidas
Uno de los hechos curiosos relacionados con la Plaza Mayor de Salamanca es que en el proyecto original de la fachada del Ayuntamiento se incluyeron dos torres que estarían a los lados de la espadaña. Estas torres estaban concebidas de manera similar a las famosas torres de la Clerecía, otro emblema arquitectónico de la ciudad. Sin embargo, por razones desconocidas, estas torres nunca llegaron a construirse. A pesar de ello, la plaza mantiene su majestuosidad y esplendor sin necesidad de estas torres adicionales.
La Plaza Mayor de Salamanca es mucho más que una simple plaza; es un monumento histórico y cultural que despierta la admiración de todos los que la visitan. Sus curiosidades, desde los 88 arcos hasta los medallones históricos, la convierten en un lugar que merece la pena explorar con calma. A medida que te sumerges en la rica historia y arquitectura de esta plaza, te das cuenta de por qué es uno de los destinos favoritos en Salamanca y el corazón latente de la vida social de la ciudad.
Si tienes la oportunidad de visitar Salamanca, no olvides incluir la Plaza Mayor en tu lista de lugares a explorar. En cada rincón de esta plaza, descubrirás una parte de la historia de España y una experiencia única que te acompañará durante mucho tiempo.
La Evolución de la Plaza Mayor
A pesar de su imponente arquitectura y su papel central en la vida de Salamanca, la Plaza Mayor no siempre ha lucido como lo hace hoy en día. Durante el siglo XIX, esta plaza sirvió a sus habitantes de diversas maneras, incluyendo como mercado, escenario para espectáculos e incluso como plaza de toros, como se ha detallado previamente. Sin embargo, a pesar de su utilidad, la Plaza se encontraba en un estado de abandono total.
Fue solo a partir de 1870 que comenzó un proceso de remodelación absoluta que transformó por completo la apariencia de la plaza. Se plantaron decenas de acacias, se instalaron urinarios que, en realidad, no respondían a una necesidad real, sino que eran símbolos del progreso urbano de la época. En 1872, se colocaron bancos a lo largo de los laterales de la plaza, proporcionando un lugar cómodo para que los visitantes disfrutaran de su belleza.
La transformación continuó en diciembre de 1875 cuando se instaló la primera fuente de agua en la plaza, proporcionando un lugar de descanso y frescura para los paseantes. En la década de los años 80, estas novedades se perfeccionaron aún más, con la creación de un jardín que albergaba diferentes especies de árboles, añadiendo un toque de verdor a la plaza.
Entre 1893 y 1930, un templete octogonal presidía la plaza en mitad de los jardines, añadiendo un elemento arquitectónico adicional al ya rico patrimonio de la plaza.
En el año 1889, se completó la instalación eléctrica en la Plaza Mayor, marcando un importante hito en la modernización de la plaza. Para la visita del rey Alfonso XIII en 1904, se colocaron bombillas eléctricas, iluminando la plaza de manera esplendorosa durante la noche.
El nuevo siglo trajo consigo la construcción de dos edificios emblemáticos: el Café Novelty y el Mercado Central de Abastos en la plaza vecina en 1909. Estos edificios no solo enriquecieron la oferta de la plaza, sino que se convirtieron en puntos de encuentro populares para los habitantes de Salamanca.
Sin embargo, una de las transformaciones más significativas se produjo en la primavera de 1954, cuando se eliminaron las zonas ajardinadas de la Plaza Mayor de forma abrupta. En su lugar, se pavimentó la plaza con losas de granito, creando la superficie de la plaza tal como la conocemos en la actualidad. Además, se mejoró el alumbrado de la parte central, añadiendo farolas en los soportales que no solo proporcionaron una iluminación funcional sino que también sirvieron como elementos decorativos que realzaron la belleza de la plaza.
El Espíritu Renovado de la Plaza Mayor
La evolución de la Plaza Mayor de Salamanca a lo largo de los años no solo ha sido un testimonio del progreso urbano y la adaptación a las necesidades cambiantes de la sociedad, sino también un reflejo del amor y el cuidado que los salmantinos tienen por este icónico lugar. La Plaza Mayor ha pasado de ser un mercado y un lugar de espectáculos a convertirse en un punto de encuentro social, un lugar donde la historia y la modernidad se entrelazan en perfecta armonía.
Hoy en día, la Plaza Mayor de Salamanca continúa siendo el corazón de la ciudad, un lugar lleno de vida, cultura y patrimonio. Es un sitio imperdible para cualquier visitante que desee sumergirse en la rica historia y la atmósfera única de Salamanca.
Debajo del Reloj de la Plaza
Si visitas la Plaza Mayor de Salamanca, es muy probable que te encuentres con la curiosa tradición de «quedar debajo del reloj de la Plaza». Este lugar se ha convertido en un punto de encuentro icónico para los salmantinos y visitantes por igual. Puedes ver a personas esperando y reuniéndose en ese punto casi en cualquier momento del día, especialmente los fines de semana. Es un lugar donde las amistades se forjan y las citas se celebran. La majestuosa arquitectura de la plaza proporciona un fondo impresionante para estos momentos de encuentro social.
Conclusión
La Plaza Mayor de Salamanca es mucho más que una simple plaza; es un monumento histórico y cultural que despierta la admiración de todos los que la visitan. Sus curiosidades, desde los 88 arcos hasta los medallones históricos, la convierten en un lugar que merece la pena explorar con calma. A medida que te sumerges en la rica historia y arquitectura de esta plaza, te das cuenta de por qué es uno de los destinos favoritos en Salamanca y el corazón latente de la vida social de la ciudad.
Si tienes la oportunidad de visitar Salamanca, no olvides incluir la Plaza Mayor en tu lista de lugares a explorar. En cada rincón de esta plaza, descubrirás una parte de la historia de España y una experiencia única que te acompañará durante mucho tiempo.