El Ayuntamiento de Salamanca mantiene los impuestos congelados, pero el IBI sigue siendo de los más altos de España

Salamanca

En las próximas semanas, el Ayuntamiento de Salamanca presentará las ordenanzas fiscales que fijarán los tributos municipales para 2025, y todo apunta a que no habrá sorpresas. Como ha venido sucediendo durante los últimos diez años, la administración local mantendrá congelados los impuestos que pagan los ciudadanos, cumpliendo así con el compromiso electoral del alcalde Carlos García Carbayo. Esta política fiscal está programada para mantenerse sin cambios hasta el final de la actual legislatura, en mayo de 2027.

Sin embargo, a pesar de la estabilidad fiscal que promueve el Consistorio, Salamanca sigue destacando por la elevada carga del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) en comparación con otras capitales españolas. Según el informe «Panorama de la Fiscalidad Local 2024», elaborado por el Consejo General de Economistas de España, Salamanca tiene un tipo impositivo del 0,7125 para los inmuebles urbanos, lo que la sitúa entre las doce ciudades con un gravamen más alto. Solo ciudades como Gerona, Lérida, Tarragona o Ciudad Real superan esta tasa.

Este tipo impositivo elevado no necesariamente implica una presión fiscal más alta para los contribuyentes, ya que también depende de factores como la antigüedad de los valores catastrales de los inmuebles. En Salamanca, dichos valores llevan tiempo sin ser revisados, lo que contribuye a que la ciudad tenga una recaudación por IBI significativamente mayor que en otros municipios. En 2023, los ingresos por este concepto ascendieron a 307,2 euros por habitante, casi el doble que en ciudades como Pamplona (146,4 euros) o Bilbao (161,2 euros). Este dato sitúa a Salamanca en el grupo de las quince grandes ciudades con mayores ingresos por IBI per cápita, aunque esta cifra puede estar condicionada por el pago del tributo en grandes edificios empresariales.

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El informe también compara la cuota a pagar por inmuebles con diferentes valores catastrales en distintas capitales de provincia. Por ejemplo, en Salamanca, el propietario de una vivienda con un valor catastral de 50.000 euros paga anualmente 356 euros en concepto de IBI, lo que supone 156 euros más que en ciudades como Santander o Zaragoza, y 128 euros más que en Madrid. Solo León supera a Salamanca dentro de Castilla y León en cuanto a la carga del IBI.

No obstante, el Ayuntamiento de Salamanca ha adoptado medidas para aliviar esta carga fiscal. Desde 2019, tras una rebaja del 5 % aprobada en 2018 bajo el mandato del anterior alcalde, Alfonso Fernández Mañueco, los propietarios de inmuebles con un valor catastral de 100.000 euros pagan hoy 38 euros menos que hace cinco años. Esta reducción sitúa a Salamanca entre las ciudades que han realizado esfuerzos significativos para disminuir este tributo, aunque municipios como Madrid, Barcelona, Palma o Zaragoza han llevado a cabo rebajas mayores.

A pesar del alto peso del IBI en la recaudación tributaria de Salamanca —que representa el 63,1 % del total de los ingresos por impuestos, uno de los porcentajes más elevados del país—, la presión fiscal general en la ciudad se mantiene por debajo de la media nacional. Según el informe del Consejo General de Economistas, los ingresos tributarios por habitante en Salamanca ascienden a 695 euros, en comparación con los 705 euros de media en España. Este dato sitúa a la ciudad del Tormes en una posición de relativa ventaja frente a otras capitales, como Madrid, donde los ingresos por habitante alcanzan los 1.001 euros.

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Resumiendo, aunque Salamanca se distingue por mantener congelados sus impuestos municipales y por haber realizado esfuerzos para reducir el impacto del IBI en los últimos años, sigue siendo una de las ciudades donde este impuesto tiene un mayor peso en la recaudación total. A medida que otros municipios cercanos, como Ávila o Soria, elevan este tributo, el Ayuntamiento de Salamanca opta por la estabilidad fiscal como parte de su estrategia para 2025, aunque la comparativa nacional revela que, en términos de IBI, los ciudadanos de Salamanca continúan soportando una carga notable.

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