El aumento de precios en los supermercados ha vuelto a modificar el panorama de las compras en Salamanca. Según el estudio anual realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), aunque el supermercado más barato sigue siendo el mismo que el año pasado, los cambios en las posiciones inferiores han sido significativos. Este análisis pone de relieve el impacto de la inflación en la cesta de la compra y cómo diferentes cadenas han adaptado sus precios, lo que ha alterado el ránking de los establecimientos más asequibles de la ciudad.
Un ahorro potencial de hasta 1.273 euros al año
El estudio de la OCU, que ha evaluado 152.766 precios de 238 productos en 1.070 supermercados de 65 ciudades, revela que los consumidores en Salamanca pueden ahorrar hasta 1.273 euros al año si optan por comprar en el supermercado más barato. A pesar de que la subida media de los precios en las cadenas de supermercados es del 2,9%, en línea con el Índice de Precios de Consumo (IPC) del 3,4%, este incremento se suma a los dos años previos de fuertes alzas, acumulando un aumento del 35,5% en el costo de la cesta de la compra desde 2021.
Un ránking modificado por la subida de precios
El informe de la OCU muestra que el supermercado Supeco de Santa Marta sigue siendo el más barato de Salamanca, manteniendo su liderazgo desde su entrada en la lista hace dos años. Sin embargo, las posiciones siguientes han cambiado considerablemente. Mercadona de Los Cipreses y Carrefour de Agustinos, que ocupaban el segundo y tercer puesto, han sido desplazados por los nuevos supermercados Alcampo, cuya reciente llegada a Salamanca ha impactado fuertemente en el ránking.
Por detrás de los cinco primeros puestos, se sitúan Gadis, Dia y E.Leclerc, mientras que los supermercados más caros siguen siendo el Carrefour de la calle Toro y El Corte Inglés, este último experimentando una de las mayores subidas de precios entre todas las cadenas evaluadas.
El impacto de la inflación: productos que suben y bajan
El informe también destaca el comportamiento diferenciado de los productos en la cesta de la compra. El 63% de los productos analizados ha subido de precio en el último año, con especial énfasis en el aceite de oliva virgen extra, cuyo precio se ha disparado un 80,2%. Otros productos que han registrado incrementos importantes son el zumo de naranja Don Simón (+47,3%) y los plátanos de Canarias (+38,5%).
A pesar de estas subidas, algunos productos han bajado de precio, como el aceite de girasol (-23,1%), los tomates de ensalada (-20,9%) y la margarina (-18%). Sin embargo, estos descensos no compensan el incremento generalizado en la mayoría de los productos, lo que sigue afectando el poder adquisitivo de las familias.
Diferencias entre marcas y cadenas
El análisis de la OCU muestra que los productos de marcas de fabricante han subido más que los de marca blanca, con un aumento del 3,8% frente al 2,8% respectivamente. Sin embargo, en los alimentos y bebidas, la diferencia es prácticamente inexistente. Este fenómeno ha llevado a que muchas familias, sobre todo las de menores ingresos, modifiquen sus hábitos de compra, priorizando cada vez más las marcas blancas para reducir gastos.
En cuanto a las cadenas de supermercados, algunas han comenzado a reducir ligeramente sus precios tras dos años de subidas continuas. Es el caso de Carrefour Express (-0,9%), Lidl (-0,7%) y Aldi (-0,6%). Sin embargo, otras, como El Corte Inglés, Supercor y Hipercor, han experimentado incrementos considerables, con subidas del 9,7%, 7,2% y 8,2%, respectivamente.
El futuro de la cesta de la compra
Aunque la subida de precios de este año ha sido más moderada que en los dos años anteriores, la OCU advierte que la situación sigue siendo preocupante. El coste de la alimentación ha crecido de forma desproporcionada en relación con el poder adquisitivo de los hogares, lo que ha llevado a un cambio en los patrones de compra y una posible merma en la calidad nutricional de la dieta de muchas familias. El informe concluye que, mientras los precios no desciendan de manera significativa, la recuperación del poder de compra será lenta y desigual, afectando sobre todo a los hogares más vulnerables.
Con el panorama económico actual, el desafío para los consumidores de Salamanca será buscar las opciones más económicas, sin sacrificar la calidad de los productos.